Durante la primavera de 2024, y como parte de mi residencia artística en Cantabria, tuve la oportunidad de visitar por primera vez cinco cuevas con arte rupestre. Esta emocionante experiencia se transformó en una fuente de inspiración que dio lugar a esta serie de obras titulada 40.800-2025.

La serie está compuesta por cinco pinturas principales –cuyos títulos están tomados de los propios nombres de las cuevas– a las que se añaden otras tres obras en papel complementarias a cada pintura principal, lo que suma un total de veinte obras. Con este conjunto quiero crear mi propia interpretación de las pinturas originales, en una versión contemporánea de lo que se puede considerar el primer movimiento artístico de la historia.

Para esta serie experimenté con nuevos materiales, y escogí yute como soporte para las obras. Esta elección se debe a que el yute, con su textura rugosa y áspera, emula de alguna manera las características de las rocas que albergan las pinturas originales.

El título, 40.800-2025, abarca el extenso intervalo temporal que va desde las pinturas más antiguas, las de la cueva de El Castillo, hasta las creadas para esta serie. Con él quiero destacar la atemporalidad del arte y su capacidad para seguir siendo fuente de inspiración incluso milenios después de haber sido creado.